Los Hijos de Anansi

Ayer terminé de leer “Los hijos de Anansi” de Neil Gaiman.

Me sorprendió ya en la 1º página, con la dedicatoria, que me hizo sentir especial de una forma muy simple y pensé que es una muy buena dedicatoria en cualquier caso y pensé que me gustaría ponerla aquí, compartirla con los ojos que se posen sobre ella y así hacerte sonreir:

 

Ya sabes lo que pasa, coges un libro, lo abres por la dedicatoria, y descubres que, una vez más, el autor le ha dedicado el libro a otro que no eres tú.

Esta vez no.

Porque todavía no nos conocemos

Nos conocemos de vista

Estamos llocos el uno por el otro,

No nos vemos desde hace tiempo,

Estamos de algún modo emparentados

Nunca llegaremos a conocernos, pero a pesar de ello, espero, pensaremos siempre con cariño el uno en el otro…

Ëste es para ti.

Con lo que tú ya sabes y por lo que probablemente ya sabes.”

 

 

Aquí están las extractos más significativos para mi.

 

Los cuentos son como las arañas, tienen largas patas, y como las telarañas, que enredan a los hombres pero resultan preciosas cuando las ves bajo una hoja con el rocío de la mañana, y, del mismo modo que los hilos de una telaraña, están todos conectados uno a uno.

 

Todas y cada una de las personas que  han habitado, habitan o habitarán en este planeta tienen su propia Canción. No es una canción escrita por otra persona. Es una canción con su propia melodía y su propia letra. Son pocos los que llegan a cantar su propia canción. La mayoría tememos que nuestra voz no le haga justicia, o que nuestras palabras sean demasiado tontas, o demasiado honestas, o demasiado raras. Así que la gente acaba viviendo las canciones de los demás en lugar de cantar la suya propia.”

 

Los cuentos son telarañas, conectados entre sí hilo a hilo, y cada uno de los cuentos te lleva al mismo centro de la tela de araña, porque el centro es el final. Dada persona es un hilo del cuento.

 

-Creo que estás cada vez más cerca de comprenderlo. Lo importante de las canciones es que son como los cuentos. No significan nada a menos que haya alguien que las escuche.

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